Alfredo de la Cruz vuelve a demostrar por qué es la única voz que no le tiembla al hablarle de frente al poder. En su más reciente intervención, el comunicador desmontó sin titubeos la narrativa que intenta construir la actual ministra de Interior, Faride Raful, a quien calificó como una "impostora política" y una de las grandes decepciones del gobierno actual.


Durante su editorial, De la Cruz expresó que, aunque no respalda ataques personales, su crítica se centra en la desastrosa gestión pública de Faride, una funcionaria que, según él, ha causado estragos al pueblo dominicano desde su llegada al Ministerio de Interior.


El comunicador recordó que Faride mintió descaradamente al afirmar que en una barbería se vendía alcohol ilegal, lo que la obligó a pedir perdón públicamente tras arruinarle la reputación al establecimiento. Además, la acusó de fomentar el abuso policial, arruinando la Navidad y la Semana Santa a miles de dominicanos con operativos represivos que solo sirvieron para “embalentonar” a una policía que ya arrastra problemas estructurales.


“Su gestión ha sido un desastre, una deshonra. Ella y los suyos llegaron prometiendo cambiar el sistema, pero han sido peores que quienes estaban”, denunció De la Cruz. “Lo que antes señalaban como corrupción, hoy lo aplauden desde el poder. Han probado que el discurso de moral era puro teatro”, agregó.


Alfredo de la Cruz también denunció los intentos de algunos comunicadores oficialistas de desacreditarlo, insinuando que sus críticas tienen precio. “A mí no me paga nadie para hablar con la verdad. No soy un 'pica pica', no tengo facturitas ni contratos ocultos. El pueblo sabe que soy independiente”, afirmó tajantemente.


Y fue más lejos: recordó que Faride fue una de las figuras que más ruido hizo desde la oposición, señalando y acusando a todos como corruptos, pero ahora guarda silencio frente a los escándalos de su propio partido. Peor aún, ha sido cómplice en aprobar préstamos millonarios que antes criticaba con vehemencia, demostrando una doble moral política que ha quedado al desnudo ante el país.


Alfredo no se limitó a cuestionar la coherencia de la ministra; también desmontó el intento del oficialismo de victimizarla, luego de que Faride denunciara supuestas campañas en su contra. “Aquí no hay ninguna campaña, lo que hay es un pueblo indignado y un comunicador que no le rinde pleitesía a nadie”, dijo, reafirmando que él es el único que ha sostenido una oposición real, sin alianzas ni favores del poder.


Con más de ocho años advirtiendo sobre el verdadero rostro de figuras como Raful, De la Cruz se ha mantenido como un faro de crítica responsable, incluso cuando eso le ha costado bloqueos, presiones y amenazas. “Yo no tengo que ir a tocar puertas a ningún despacho ni a buscar favores en los altares del poder. Mi compromiso es con la verdad y con el pueblo dominicano”, sentenció.


Mientras gran parte de la prensa se mantiene en silencio, cooptada por contratos y convenios con el gobierno, Alfredo de la Cruz sigue denunciando los desmanes de una gestión que prometió ser diferente y ha resultado ser más de lo mismo o incluso peor.


Su valentía para señalar sin filtros lo posiciona hoy como la voz más coherente de los medios dominicanos, en un momento donde la verdad escasea y la complicidad se disfraza de neutralidad.