
Pero aun, ha el Alcaldes se le a olvidado algo, y es la inauguración del árbol de la navidad ya que lo instalaron y no han invitado al pueblo como tradición de cada año del cada administración, esperamos que el alcaldes de en estos próximo días de una buena bienvenida a La Navidad en Villa Isabela con una buenas fiesta

Celebramos la esperanza de Navidad como la promesa de paz. Conmemoramos el nacimiento de Jesús, quien vino a nosotros como niño amenazado por la violencia, como refugiado cuya familia huyó ante las ambiciones de los poderosos. En este tiempo, en este mundo, damos gracias y alabamos a Dios por la esperanza que tenemos en Jesucristo, por el don del amor de Dios revelado en la vulnerabilidad humana.

En el Consejo Mundial de Iglesias hemos escogido vivir juntos en la luz de Cristo, la luz que brilla a pesar de la oscuridad, la luz que desafía las tinieblas que la rodean. Celebramos la esperanza de paz pese a los constantes conflictos, pese al temor y la sospecha, el odio y la guerra, los abusos y la codicia. Nuestro mundo está penetrado por culturas de violencia que excluyen, subyugan, aterrorizan y violan a quienes son identificados por sus perseguidores como "diferentes". Es alarmante que muchos que se conducen así pretendan justificarse en nombre de "Dios".
Al proclamar el nacimiento de Jesús, Príncipe de la Paz, celebramos las esperanzas de un centenar de niños en el Centro Comunitario de los Discípulos de Cristo en La Tablada, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, a quienes visité en noviembre. Junto con unos quince jóvenes, también procedentes de barrios pobres y hogares deshechos, las vidas de aquellos niños están siendo transformadas en ese centro, cuyo ministerio se inspira en el amor de Cristo. En otros lugares del mundo, la realidad de Buenos Aires y de La Tablada se repite muchas veces. Oramos por que la luz de Dios alumbre a las personas en situaciones difíciles, ayudándolas a encontrar formas de resistencia que promuevan cambios positivos. Celebramos empresas de cooperación y apoyo entre los afligidos, iniciativas interreligiosas por la paz y la armonía, movimientos populares por la paz y la justicia; y en todo ello reconocemos el anhelo de un mundo mejor.
En medio de las divisiones y la destrucción del mundo, la buena noticia de Navidad nos recuerda que Dios nos brinda su amor y nos llama a un ministerio de reconciliación. "... en él estaba la vida, y la vida era la luz de los seres humanos. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la dominaron".
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